18 nov 2012

Cuando el convidado de piedra es de carne y hueso, por Abraham Barchilón

Artículo publicado en El Faro Digital

No crean los lectores que voy a versionar o, como se dice modernamente,  a hacer un “remix” de la clásica obra “El burlador de Sevilla y convidado de piedra“, atribuida tradicionalmente a  Tirso de Molina y que tiene como precedente la versión conocida como “Tan largo me lo fiáis“, representada en Córdoba en 1617,  que también pudiera tener cierta analogía con el tema que voy a tratar.

En este prólogo haría falta considerar, como se ha expuesto por expertos, que las piedras también se revelan contra las injusticias, como sucedió en la ciudad de Lorca, donde al agredir a la naturaleza, ésta se subleva y responde con el resultado trágico del terremoto.

Todo ello viene a colación por encontrar una explicación, si la violencia la tiene, del resurgimiento con una gran voracidad de la actividad de las células terroristas  amparadas por el Gobierno  de Hamas,  internacionalmente reconocido como Organización Terrorista.

La Autoridad Palestina o Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo nombre oficial es Autoridad Palestina de Cisjordania y Franja de Gaza, vio mermada su integridad territorial al fraguarse la secesión del territorio de la Franja de Gaza del conjunto al que pertenecía, la Autoridad Nacional Palestina y ello con el vergonzoso silencio de los países democráticos, que creyeron que volviendo la vista para otro lado el problema se diluiría.

La Liga Árabe, reunida en El Cairo el pasado mes de septiembre, respaldó la petición de   la demanda de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)  para ser admitida como  Estado observador no miembro de las Naciones Unidas,  sometiéndola a  la Asamblea General de la ONU ,  y  elevar el Estatuto actual de la misma,  con el apoyo de los países árabes,

En esas fechas, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, se reunió con la alta representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), a quien expresó su disposición a negociar con Israel "una vez que Palestina sea reconocida en la ONU como Estado no miembro”.

Ello venía a suponer el reconocimiento de la integridad territorial citada de la ANP y la marginación internacional del territorio secesionista de Gaza. Ante ello,  a los  gobernantes de Gaza, sólo les quedaba hacer notar su presencia en la zona comenzando una actividad frenética, tanto en el plano político como en el terrorista, que provocara una internacional bajada de la catalogación de la ANP y una consolidación de la “Franja de Gaza”, como territorio autónomo.

La acción de sus dirigentes pronto tuvo una respuesta, que vino a consagrar la falta de sinceridad en el apoyo prestado a la ANP por parte de los países árabes el 23 del pasado mes de octubre. La  franja de Gaza estaba de fiesta por primera vez desde que, en 2007, la organización integrista Hamas tomase el control  de ese territorio, expulsando a la fuerza a la Autoridad Nacional Palestina. Dicha alegría se debió a que Gaza recibió en  visita oficial a un Jefe de Estado: el Emir de Qatar, Shej Hamad Bin Jalifa al Zanim, quien con su sola llegada hizo historia, aplaudida y efusivamente bienvenida por el régimen islamista de Hamas en la Franja de Gaza y criticada por el Gobierno palestino de Cisjordania.

Ello conllevó que la sonrisa de Haniya, máximo dirigente de Gaza, por los dólares (americanos, por cierto) recibidos del Emir y el espaldarazo político, fuera  igual de grande que el enfado de sus rivales internos en la Cisjordania gobernada por Al Fatah, cuyo portavoz manifestó que: "Buscar un poder político en la región a expensas del pueblo palestino, de sus derechos y su unidad es inaceptable". Al Fatah, el grupo que dirige el presidente palestino Abu Mazen, criticó la visita y expresó su esperanza de que "se trate de algo puntual y no el inicio de una tradición". Y añadía  que Ramala apoya "las ayudas a la población de Gaza pero no a costa de la separación de Cisjordania y el reconocimiento del poder independiente de Hamas".
Tras los comunicados de diversos representantes de la ANP, los dirigentes de Hamas, se dirigen al “convidado de piedra” en estas relaciones interpalestinas, es decir, a Israel y, haciendo gala de la denominación de terrorista que tiene Hamas, promueve una espiral de violencia con el lanzamiento de una ingente cantidad de proyectiles sobre el Estado de Israel que, dado el radio de acción de los mismos, llegan a las cercanías de Tel Aviv y Jerusalén, sin menospreciar el riesgo también para las vidas de los habitantes de otras ciudades israelíes.

Y es aquí cuando se constata que  “el convidado de piedra” –Israel – es de carne y  hueso, por lo que siente y padece, y en  la legítima y obligada defensa de sus ciudadanos, comienza una operación de destrucción de objetivos específicos en Gaza, operación que tanto eco está teniendo en la prensa, prensa que siempre silenció el comienzo de la actividad terrorista que estaba acometiendo y comenzó Hamas.
Paralelamente, el Gobierno islamista y terrorista de Gaza mantiene su pulso con la oficialista ANP. Los primeros intensifican sus contactos internacionales, lo que conlleva la visita del Ministro de Asuntos Exteriores de Túnez, quien deja patente con su declaración que su apoyo no es al pueblo palestino sino al gobierno de la Franja de Gaza: “He llegado aquí para expresar la solidaridad del pueblo revolucionario de Túnez con la Franja de Gaza”.

 En idéntico contexto, se produce, asimismo, la visita al territorio secesionista de Gaza, del Primer Ministro de Egipto y la ola de visitas sigue creciendo, pues la han  anunciado, entre otros, el Primer Ministro de Turquía Erdogan, que programa  su visita  reuniéndose  con el presidente egipcio Mohamed Mursi, un islamista cuyo movimiento, los Hermanos Musulmanes, es cercano a los islamistas del Hamas que gobiernan Gaza.

Queda constatado que las luchas internas entre la oficialista ANP y la terrorista HAMAS,  obliga a Israel – que no tiene nada que ver en este conflicto interno- a hacer frente a las agresiones que sufre, y a ejercer su derecho a la legítima defensa, mediante la acción denominada “Pilar defensivo”.


Abraham Barchilón es abogado y ha pertenecido a sucesivas juntas directivas de la FCJE y de la Comunidad Judía de les Illes Balears.


 

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